En los últimos años hemos experimentado cómo el sector inmobiliario español ha atraído la Aspecto y llegada de importantes grupos y fondos de inversión extranjera., con la consiguiente reactivación del mercado.
En estos años hemos estado experimentando un importante aumento en el volumen de ventas en España, casi generalizado. Se ha acentuado en algunas áreas como Madrid, Barcelona, Valencia y otras grandes ciudades costeras de España, y se ha mantenido en algunos lugares de la periferia, o ciudades más pequeñas.
Sin embargo, durante el primer semestre del año 2019, hemos experimentado un Ve más despacio en el número de compras tanto en grandes ciudades, donde se ha acentuado esta caída, como en otros lugares de España. Muchos de los cronistas identifican esta disminución en el volumen de ventas de compra como un cambio de ciclo. Incluso predicen un punto de inflexión hacia una evolución bajista.
El problema del sector inmobiliario español es que no puede generalizarse. Como podemos ver, la evolución del sector inmobiliario depende en gran medida del tipo de vivienda, nueva o reventa, así como del área de la que estamos hablando; así como el tipo de producto, ya sea industrial, comercial, residencial o de alquiler; y, finalmente, de interés, ya sea comercial, residencial, turístico o inversor.
Por lo tanto, y desafortunadamente, a fines del año 2019, y antes de inundar con miles de datos (a veces contradictorios) que provienen de diferentes sectores y fuentes, es necesario analizar en este informe cuál es la proyección del sector inmobiliario español para 2020, en una actividad tan especial como comprar propiedades en alquiler.
Después del auge espectacular que ocurrió hace unos años con la compra de propiedades en alquiler para uso turístico, hemos experimentado, en cambio, un drástico reducción en el número de autorizaciones y licencias para alquileres turísticos en las principales ciudades de españa. Como resultado, el número de licencias para este tipo de alquileres en los principales centros urbanos de España se ha desplomado, y se puede decir que esta actividad ha sido regulada y controlada, advirtiendo de la necesaria profesionalidad de los actores que la desarrollan.
Esto, desde el punto de vista del inversor internacional, podría traducirse en una disminución del interés en el sector inmobiliario español.
Sin embargo, el mercado inmobiliario español sigue sujeto a grandes inversiones internacionales. La razón de esto es porque simplemente no hay otras alternativas de inversión cuando las tasas de interés son mínimas.
Por lo tanto, España sigue despertando interés en la adquisición de viviendas de alquiler.
Independientemente de las diferencias de rendimiento que se obtengan en toda España, no es arriesgado confirmar que pueden alcanzar más de 5, o 6% por año, en un escenario prudente.
Grandes fondos de inversión están ubicando estas transacciones en el alrededores de las grandes capitales de provincia, donde los compradores finales de viviendas no tienen la capacidad suficiente para acceder a una vivienda. Este tipo de cliente, al no poder acceder a la compra, se dedica al mercado de alquiler. Además, tenemos la idiosincrasia de este tipo de cliente, que se compone de nuevas generaciones de “millennials”, que huye de los bonos que conlleva la compra, y prefiere la libertad de moverse y pagar exclusivamente por el uso.
Por lo tanto, parece que en este punto, este año puede avanzar en cifras muy similares a la anterior.
Finalmente, hay un mercado muy interesante en desarrollo que es “coliving“. La demanda de este tipo de establecimientos es enorme, y en España hay de todo por hacer.
Por lo tanto, podemos decir que al salvaguardar diferentes áreas y diferentes tipos de vivienda, parece que el mercado para la compra de alquiler en España para el año 2020 será positivo, especialmente teniendo en cuenta lo confirmado política de bajos intereses, así como el intervalo de desarrollo que en España aún queda por cubrir con respecto a propiedades tanto nuevas como de segunda mano.
