Los compradores no pertenecientes a la UE pagarán un 100 % más en impuestos sobre la propiedad
¿Qué se propone?
- El Gobierno español está considerando aplicar un recargo fiscal del 100 % a la compra de propiedades por parte de extranjeros no residentes en la UE.
- Este «impuesto complementario estatal» duplicaría el impuesto sobre transmisiones patrimoniales (ITP) vigente.
- Ejemplo: la compra de una vivienda de segunda mano por 500 000 € supondría un impuesto adicional de 500 000 €, lo que duplicaría el coste de la compra.
¿Por qué ahora?
- El objetivo es frenar la compra especulativa en zonas turísticas y con una gran presión inmobiliaria, como las Islas Baleares, las Islas Canarias, la Costa del Sol, Madrid y Barcelona.
- A principios de 2024, los compradores no comunitarios pagaban más del doble del precio por metro cuadrado que los residentes españoles (3379 € frente a 1659 €/m²).
¿A quién afecta?
- Se aplica únicamente a los compradores extranjeros no comunitarios y no residentes.
- Quedan excluidos los ciudadanos de la UE y los residentes legales en España.
- Solo afecta a las propiedades de segunda mano; las construcciones nuevas pagan el IVA y no pueden ser objeto de discriminación fiscal por motivos de nacionalidad.
Cuestiones jurídicas y constitucionales
- Características de la Constitución española:
- Prohíbe los impuestos confiscatorios (art. 31.1).
- Prohíbe la discriminación por motivos de nacionalidad (art. 14).→ Un impuesto del 100 % dirigido exclusivamente a los extranjeros probablemente se consideraría inconstitucional.
- Competencias regionales:
- El ITP es gestionado por las comunidades autónomas españolas. Un nuevo recargo central requeriría una cuidadosa armonización con las autoridades fiscales regionales.
Cuestiones relacionadas con el Derecho de la UE
- Entra en conflicto con la libre circulación de capitales de la UE, que también protege las inversiones de países no pertenecientes a la UE.
- Podría dar lugar a procedimientos por infracción por parte de la Comisión Europea y a recursos ante el Tribunal de Justicia de la UE, de forma similar a sentencias anteriores sobre el impuesto de sucesiones en España.
Repercusiones globales
- España tiene tratados de inversión internacional con países como China, Rusia y numerosos Estados latinoamericanos.
- Un recargo del 100 % podría interpretarse como una expropiación indirecta, lo que daría lugar a costosas demandas de arbitraje.
- También podría empañar la reputación de España como destino atractivo para la inversión, especialmente en los sectores inmobiliario y turístico.
Lagunas jurídicas y prácticas
- Las nuevas construcciones están sujetas al IVA, un régimen que no puede diferenciar en función de la nacionalidad, lo que podría animar a los compradores a alejarse del mercado de segunda mano.
- Algunos podrían comprar a través de empresas españolas, lo que llevaría a las autoridades a aplicar medidas contra el abuso por posible fraude.
Viabilidad política
- La aplicación es incierta debido a la fragmentación del Parlamento: el PSOE + Sumar carecen de una mayoría clara y dependen del apoyo de partidos regionales o más pequeños.
- Algunos partidos de izquierda apoyan la lucha contra la especulación, mientras que otros (por ejemplo, Junts, PNV) expresan su preocupación por la inversión.
- La oposición del PP y Vox tacha la propuesta de xenófoba e intervencionista
Opiniones de expertos
- Los críticos argumentan que, dado que los compradores no residentes de fuera de la UE solo representan entre el 2,5 % y el 4,3 % de las transacciones inmobiliarias, la medida propuesta podría tener un impacto limitado a nivel nacional
- Además, los inversores nacionales, los ciudadanos de la UE y las personas jurídicas con intenciones especulativas no se verían afectados, lo que plantea dudas sobre la equidad y la eficacia de la medida.
- Los economistas sugieren reformas más exhaustivas: desviar la inversión hacia viviendas asequibles, controles de los alquileres y programas sociales.
Evaluación final
- La propuesta aborda una preocupación real —la presión inmobiliaria impulsada por los extranjeros— pero, tal y como está redactada, es jurídicamente problemática a nivel nacional, de la UE e internacional.
- Su diseño discriminatorio y sus posibles repercusiones diplomáticas la hacen muy vulnerable a impugnaciones.
- Incluso si se aprueba, es probable que se reduzca, se revise para garantizar la equidad o se abandone por completo.
En resumen: aunque la intención de frenar la especulación inmobiliaria extranjera es comprensible, el método —un impuesto radical del 100 %— parece inviable en su forma actual. Es mucho más probable que provoque impugnaciones constitucionales, de la UE y basadas en tratados, y que dé lugar a negociaciones para alcanzar una política más equilibrada e inclusiva.
Si desea más detalles sobre cualquier aspecto (riesgos jurídicos, alternativas, repercusiones regionales o sentencias de la UE relacionadas), no dude en ponerse en contacto conmigo.
